
Cambios de temperatura, sinónimo de moscas.
Mientras las temperaturas comienzan a templarse y progresivamente a aumentar, las moscas no tardan en salir a reproducirse y buscar alimento en la transición a primavera, representando un grave problema en domicilios, cocinerías e industrias alimentarias.
Se ha demostrado que las moscas pueden transmitir más de 200 patógenos, entre ellos, bacterias que causan enfermedades como cólera, fiebre tifoidea, salmonella, entre otros. Esto se debe a que las moscas tienen características particulares en su comportamiento. Las moscas regularmente regurgitan enzimas digestivas sobre las superficies y también depositan material fecal cuando se posan, dejando riesgos graves de contaminación por donde sea que pasen. Además, las moscas poseen patas con características adhesivas y el pelo de su cuerpo es ideal para transportar bacterias de un punto a otro.
¿Qué medidas preventivas tomar frente a una eventual contaminación de moscas?
Es fundamental limpiar de manera profunda restos de alimentos en superficies, asegurándose que los desechos y desperdicios estén recolectados en áreas alejadas de dónde se manipulan alimentos. Además, mantener los jardines y patios libres de malezas y vegetación excesiva, contribuye en la reducción de áreas de reproducción.
Por otra parte, si pertenece a la industria alimentaria, mantener controles periódicos en manos de profesionales del control de plagas siempre será lo más recomendable, ya que esto permite desarrollar altos niveles sanitarios en los recintos.